Son las 3:00 de la madrugada y no puedo dormir, Kavi está
durmiendo como un niño después de haber llorado tanto, yo estoy muy inquieto,
me pasan muchas cosas cuando estoy con él, sentimientos que no había
experimentado antes, me siento responsable de él , como si fuera una joya muy preciada
y frágil. Desde que lo conocí me he visto envuelto en situaciones que no pensé
que experimentaría, estoy asustado porque me estoy enamorando.
De pronto Kavi comenzó a murmurar, no se le entendía
nada, comenzó a respirar agitado.
-Su…suéltame!! –dijo con una voz ahogada.
-Kavi Despierta estas teniendo una pesadilla.- Lo moví
un poco para que despertara, de pronto abrió sus ojos y me pego una cachetada.
Quede muy descolocado no sabía qué hacer ¿porque
habrá reaccionado de esa manera?
-Lo siento…yo… tuve una pesadilla… no podía despertar…
te pegue muy fuerte… lo siento…-lo dijo mientras ponía su mano en mi cara.
-Está bien no pasa nada, ¿siempre tienes pesadillas?
-Sí, Alan me despierta, por eso no me gusta dormir
solo, son demasiado angustiantes solo quiero huir pero no puedo, una vez deje
sangrando la nariz de Alan.
-Vuelve a dormir, estas seguro aquí.- sus ojos me
miraron dulcemente, sentí que mi corazón se aceleraba.
En la mañana cuando tomábamos el desayuno Kavi estaba
muy silencioso absorto en sus pensamientos. Como podía yo pensar en tener algo
con él, tenemos mucha diferencia de edad. Somos de generaciones diferentes,
solo nos une la música. Pero si él no hubiese entrado en mi vida, estaría solo
y mi vida sería un tedio.
-¿Qué tal si vamos al cine? no he ido hace mucho
tiempo.-Le dije, y al instante el me miro con sus ojos verdes muy abiertos, su
rostro se puso muy rojo, una sonrisa tímida se alzaba en su rostro.
-Me encantaría!!-dijo con una voz llena de
entusiasmo.
-Puedes elegir la película que quieras.
Ya en el cine mientras estaban dando la película, en
la oscuridad él puso su mano sobre la mía. Mi corazón comenzó a latir
rápidamente. Creo que nunca sentí algo así por alguien, ni por mi esposa, ni
por las novias que tuve, de algún modo el me hace sentir importante. Mi esposa
todo lo que hacía era criticarme y menospreciarme.
Cuando la película termino, el retiro su mano, sin
decir nada. Yo había dejado mi mano muy quieta
no me atreví en toda la película a tomársela.
-Vamos a almorzar, te parece si comemos comida
japonesa.- le dije mientras lo miraba, su rostro estaba muy rojo.
-¿Te sientes bien? Estas rojo.
-Estoy bien vamos a comer.-Dijo mientras aceleraba el
paso.
Al final Kavi solo comió 4 piezas de sushi, me tuve
que traer el resto a la casa. Él estuvo comportándose muy raro, se veía muy
nervioso y sumamente colorado. ¿Qué
estaba pasando por su mente? Solo lo lleve al cine para que se le pasara
la angustia de anoche y se distrajera un poco. ¿Acaso esto se ve más como una
cita? ¿Será que por eso se comportó tan extraño?
Legue a esa
conclusión justo antes de abrir la puerta del departamento. Sera que le estoy
dando ilusiones, no retire mi mano cuando la tomo. Esto es muy peligroso estoy
muy confundido.
Me deje caer en el sofá, abatido por mis propios
pensamientos, de pronto sentí aproximarse a Kavi, sin que pudiera reaccionar él
se sentó encima de mí, paso sus brazos por mi cuellos y me beso, era la primera
vez que me besaba un hombre.
-Gracias…-dijo Kavi susurrando mientras apoyaba su
cara en mi hombro- solo déjame estar un rato más así.
Decidí abrazarlo, su cuerpo se siente tan delgado
entre mis manos, me pregunto porque me da las gracias, yo debería dárselas a
él. Mi vida sería un sin sentido si no fuera por él.
-¿Por qué confías en mí?-Le pregunte mientras
acariciaba su cabeza.
-Yo siempre me fije en ti, todas las tardes que me
ponía a tocar el violín tu aparecías, y te sentabas a escuchar, tu mirada era
triste pero al escuchar mi música cambiaba, te veías más feliz, quería pensar
que tocaba un concierto solo para ti, sentí que tu entendías la música tanto
como yo, en el momento en que tocaba se creaba una conexión, los dos
podíamos sentir lo mismo.
No necesitaba más explicación, tome su cara y lo
bese, él había visto directo en mi alma, lo bese con mucha fuerza, como si no
quisiera que nadie me lo arrebatase, no quería dejar de besarlo, sentí que había
esperado mucho por este momento. Mi corazón latía a prisa volvía a ser un
adolecente completamente enamorado.
Texto: Zoru
Ilustración: Yuki D' Luna