Otro día de trabajo, siento que ya no tengo
motivación alguna en la vida, ¿estaré muy viejo para aprender algo nuevo? Tal
vez debería aceptar que me enseñe un adolescente de enseñanza media, solo para
darle algo de brillo a mi vida.
Camino a mi departamento, decidí quedarme en la plaza
a esperar su llegada, tenía que preguntarle su nombre, estaba muy ansioso de
verlo llegar.
No paso mucho tiempo y su silueta apareció, mi
corazón salto al verlo, no sé porque me siento tan feliz con su sola presencia,
esto nunca lo había experimentado.
El comenzó a tocar, mire con atención la gente a su
alrededor muchos de ellos se dieron el tiempo de escuchar su música, como hechizados
por su melodía comenzaron a acercarse a él rodeándolo, las hojas rojas que
habían en el suelo fueron alcanzadas por el viento frío de invierno lanzándolas
con fuerza por el aire, el dejo de tocar por un momento y de pronto sonó
nuevamente el violín, reconocí inmediatamente la canción invierno de Vivaldi,
era precisa para el momento, la gente comenzó a aplaudir yo me levante del
asiento y me acerque para ver de más cerca. Su interpretación es increíble, es
un profesional, hace que la música resuene perfecta en su violín, no debería
estas tocando en las calles por unas cuantas monedas, el debería estar en
grandes escenarios.
Termino de tocar y la gente se acercó a darle dinero,
pensé que seguiría tocando pero el comenzó a guardar las cosas, me aproxime y
le deje unos billetes.
-Hola, ayer olvide preguntarte tu nombre.
-AAH…me llamo Kavi.-me dijo mientras guardaba sus
cosas, sin levantar la vista.
-¿Kavi?...Nunca había escuchado ese nombre.
-Es gitano…mi mamá tiene descendencia gitana.
-Mi nombre es Damián, encantado de conocerte.-lo dije
mientras extendía mi mano en señal de saludo.
-¿Eso no debió ser cuando nos conocimos?-al darme su
mano note que estaban muy frías y sudadas.
-Lo sé, pero siento que todo pasó muy de prisa.
De pronto comenzó a toser, en ese momento me di
cuenta que estaba muy rojo y respiraba con dificultad.
-¿Te encuentras bien?-le dije preocupado.
-Creo que me estoy resfriando, me duele un poco la
garganta.-Me acerque para tocar su frente, el retrocedió.
-No te voy a lastimar, quiero saber si tienes fiebre.
Logre tocar su frente, estaba ardiendo y seguía
respirando con dificultad.
-Debes tener mucha fiebre, ven a mi departamento esta
acá cerca te daré una pastilla.-lo tome del brazo, en señal que me siguiera,
pero lo alejo en cuanto lo toque como si lo fuera a dañar. Su rostro de pronto
mostraba espanto, sus ojos estaban muy abiertos.
-yo…yo…me voy a mi casa!!
En mi cabeza pasaron un montón de pensamientos, yo
soy un adulto, invitando a un niño a mi departamento, siempre me hace sentir
como un depravado. Sus ojos mostraban desconfianza, me había dicho que tenía 18
años pero claramente era una mentira, su apariencia es la de un niño de 13 a 14
años o tal vez menos ¿Porque siempre está a la defensiva?
De pronto se tambaleo, y recargo su cabeza en mi
pecho, se iba a desmallar. Ya no me importo lo que el pensara de mí, lo tome
del brazo y comencé a caminar en dirección a mi departamento el tambaleaba para caminar.
Cuando llegamos le dije que se sentara en el sillón,
le di agua y una pastilla, fui por paños fríos y se los coloque en la frente,
pero el golpeo mi mano violentamente, trato de alejarse de mi apegándose más al
respaldo del sofá, su respiración era muy dificultosa.
-No te voy a lastimar, solo quiero que te baje la
fiebre.-De pronto su mirada cambio.
-Perdón.-me dijo y bajo la mirada.
-Recuéstate y descansa.
Realmente estaba muy nervioso por toda la situación,
¿debía llamar a sus padres para informarles que Kavi se sentía mal? pero que
tal si ellos pensaban mal de mí.
De pronto el sonido de su celular me saco en seco de
mis pensamientos, mire a Kavi pero el no contesto el celular, me puse aún más
nervioso, ¿estará dormido? O se desmayó? De pronto el sonido desapareció. Me acerque
a él, se veía muy enfermo. Una extraña sensación de pertenencia se apodero de mí,
él se veía tan indefenso, tan frágil.
Su celular comenzó a sonar nuevamente decidí
contestar.
-¿Aló?
-¿Quién habla?!!-una voz de un hombre con tono de enojo
y preocupación contesto.
-Soy Damián, Kavi no se sintió bien y lo traje a mi
departamento, tiene mucha fiebre, creo que lo mejor es llevarlo a emergencia.
-¿Dame tu dirección?
Le di mi dirección y colgó, no me dio tiempo de
preguntarle quien era. Solo pasaron 5 minutos y sonó el timbre, cuando abrí la
puerta, apareció un joven de aproximadamente 20 años, parecía que había venido
corriendo estaba muy agitado.
-¿Dónde está?-Lo dijo casi gritando, pero se dio
cuenta de inmediato, Kavi estaba en el sillón dormido con los paños en la
cabeza.
-Tengo auto lo llevaremos a urgencia.-le dije él me
miro con cara de desconfianza pero decidió acceder.
Texto: Zoru
ilustración: Yuki D' Luna
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