Todas las mañanas, me gusta sentir
el olor a su pelo. Lo primero que veo al despertar es su nuca. Suena el
despertador y yo me hago el dormido.
-Kavi despierta tienes que ir a
estudiar.
-Puedo quedarme un rato
mas.-dije mientras lo abrazaba fuertemente por la cintura.
-No…llegaré tarde al trabajo si me
quedo más tiempo contigo en la cama. Vé a lavarte la cara, yo prepararé el
desayuno. Mamá ya debe haberse ido.
Alan me considera su hermano
menor, nos conocimos en segundo básico, cuando unos niños mayores me estaban
golpeando, el me defendió, yo no hacía más que llorar.
-No llores más, yo no dejaré
que nadie te lastime, de ahora en adelante yo te protegeré.
Desde ese momento nunca más
se separó de mi lado. En ese entonces él vivía en la casa de atrás de la mía.
Él ponía una escalera de su lado, y yo unas cajas para subir.
Cuando mi mamá llegaba borracha yo
me arrancaba para no ser golpeado y me iba a su casa. Temblando golpeaba el
vidrio de la ventana de Alan, me dejaba entrar y dormía entre sus brazos
protegido.
-¿Ya te vestiste?, tengo listo el
desayuno.
-Si,…ya voy.
La mesa estaba puesta como
todas las mañanas, con muchas cosas para comer. Solo ver toda esa comida me da
asco, no puedo evitarlo, lo que más detesto es comer.
-Abre la boca.- lo dijo
mientras sostenía un pedazo de pan con jamón.
Al final siempre termina
dándome la comida en la boca, y yo mastico una y otra vez.
El padre de Alan había
muerto de un ataque cardiaco cuando tenía 5 años, su madre fue al funeral con
mucho miedo ya que ella era la amante, todos la miraron mal y no se atrevió a
acercarse.
En ese periodo su madre no hacía
más que llorar, se había quedado sin el hombre que amaba.
-Yo te voy a cuidar, porque
ahora soy el hombre de la casa.-dijo Alan a su madre, ella lo abrazo y se
prometió que saldría adelante, porque tenía porque luchar.
Alan ahora tiene 20 años, y
desde antes de salir del liceo ya trabajaba. Lo hacía para ayudar a su mamá.
Aparte también se encarga de mí.
Vivo con ellos desde los 12 años,
y se convirtieron en mi familia.
-Tengo listo tu almuerzo,
quiero que te lo comas todo, no se te ocurra tirarlo o regalarlo, porque lo
hice exclusivamente para ti.-Dijo Alan mientras me lo pasaba.
-Me lo comeré!!- dije pero realmente
no tenía intención de hacerlo.
-Muy bien…vamos!!
Caminamos juntos para tomar
el bus, luego nuestros destinos son diferentes, yo voy a un liceo artístico y
el a trabajar a un taller de autos.
Después de clases toco el violín
en las calles para juntar el dinero para irme a Alemania, ya no quiero ser una
carga para él y su mamá.
Ah joder, me la estas poniendo difícil, es imposible no amar al hermano sobrepotector D:
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