Después de mi confección a Damián, pensé que daría el siguiente paso,
pero no fue así, él no me besa, solo lo hace cuando yo le doy besos. En la
noche duermo pegado a él, sintiendo su calor, pero él no hace nada. No quiero
presionarlo sé que nunca ha estado con un hombre, no quiero ser una molestia.
El viernes por
la tarde estaba esperando a Alan, cuando sonó el timbre Damián fue a abrir.
-¿Qué haces
aquí?-Dijo Damián molesto.
-¿No me dejaras
pasar?-dijo una mujer, de aproximadamente
35 años muy hermosa.
-Pasa…
No supe que
hacer, no conozco a los amigos de Damián, podría sospechar lo nuestro.
-Saldré un rato
para que puedan conversar.-dije apresurado y me dirigí a la puerta, pero al
instante Damián me detuvo.
-No te vayas,
ella no se quedara mucho tiempo.
-¿Quién es
el?-pregunto ella.
-Él es Kavi, me
da clases de violín.-dijo mirándome, su rostro estaba muy serio.
-Kavi, ella es
mi ex-esposa.
-Esposa, aun no
estamos divorciados.-dijo ella molesta-Realmente necesito hablarte cosas
importantes, podríamos salir a tomar un
café.
-Está bien.
–tomo su abrigo y antes de salir me miro-Quédate aquí vuelvo enseguida.-y cerró
la puerta.
Su esposa era
realmente hermosa como podía competir contra ella, que pasaría si le piden que
vuelvan, su vida sería más fácil si volviera con ella. Tal vez el no sienta
tanta atracción por mí porque soy hombre. Por eso no da el siguiente paso.
Espere un rato y
decidí marcharme, arregle las cosas para salir, cuando abrí la puerta él estaba
ahí.
-¿Porque te
vas?-me dijo muy preocupado.
-No quiero
causarte problemas-le dije pero él me tomo del brazo y me hizo entrar al
departamento. Luego cerró la puerta y me besó.
-Tú no eres
ningún problema para mi.-tomo de mi mano y me dejo en el sofá, se recostó
encima de mí y comenzó a besarme apasionadamente. Paso su lengua por mi cuello,
y subió mi polerón, comenzó a besar mis tetillas, sentí que él estaba muy
nervioso bajo con suaves besos hasta mi
sexo y lo descubrió, su cara estaba muy roja, comenzó a darme sexo oral muy
suavemente, yo estaba tan excitado que mis quejidos empezaron a resonar en la
habitación.
No podía más de
la excitación mi cuerpo sucumbía ante su boca, de pronto el timbre sonó,
volviéndome de golpe a la realidad, el me miro y se incorporó, yo acomode mi
ropa mientras Damián abría la puerta.
-Hola, Salí antes
del trabajo.-Dijo Alan
-Pasa…
-Hola ¿Kavi cómo
te has sentido? Te ves muy rojo ¿tienes fiebre?-Dijo Alan tocando mi frente.
-Estoy bien-dije
molesto.
-Mmm…¿Estaban
haciendo cosas cochinas?-dijo perspicaz.
Damián seguía
muy rojo, y no atinaba a hacer ni decir nada.
-Pedí unos días
libres para poder cuidarte, Damián comienza a trabajar el lunes, así que yo
cuidare de ti toda la semana. Sera mejor irnos ahora para no abusar de la
hospitalidad de Damián.
-No ha sido
ninguna molestia.-Damián seguía muy inquieto y nervioso.-No hay necesidad que
Kavi se vaya aun.
-Tampoco hay
necesidad que se quede más tiempo, o ¿Quieres seguir haciéndole cosas cochinas?-dijo
Alan entrecerrando sus ojos.
-Me quedare esta
noche, mañana temprano Damián me puede ir a dejar a la casa, ahora hace mucho
frio para salir.
-Está bien.-dijo
Alan resignado-No hay nada que hacer con ustedes dos, me voy.
Texto: Zoru
Ilustración: Yuki D' Luna
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